Alternativas a premios y castigos

En nuestra entrada de la semana pasada ya vimos como tanto premios como castigos son un arma de doble filo. Con los refuerzos negativos  conseguimos que la criatura no odie la conducta que los han ocasionado sino que coja aversión a la persona que los aplica. Con los refuerzos positivos sucede algo parecido, conseguimos que repita una conducta esperando algo a cambio no por un deseo intrínseco de las criaturas.


¿Entonces? ¿Es posible educar sin premios ni castigos?

Pues efectivamente es posible, deberemos buscar nuevas alternativas basadas en la comprensión hacia nuestros/as pequeños/as en saber ver su grado de desarrollo y de madurez para entender una determinada conducta, empatizar con ellos/as; comprender y entender que las criaturas exploran, son curiosas, gritan, tienen rabietas… Pero lo realmente importante será que les sepamos transmitir nuestro amor incondicional hacia ellos/ellas independientemente de su comportamiento. 





Alternativas a los premios y castigos 

Castigos


Una de las consideraciones a tener en cuenta en este punto será, por un lado, buscar el éxito en la interacción del niño/a, no en el resultado y, por otro lado, reducir nuestras expectativas. Es importante tener expectativas ajustadas y realistas de lo que va a pasar e intentar sacar un aprendizaje (tanto nuestro como del niño/a) de la situación. Para ello, algunas alternativas que nos pueden servir son:

En lugar de decirles lo que NO pueden hacer, enséñales lo que SÍ pueden hacer: en lugar de “no pegues” puedes decir “toca suave” o  cambiar el “no dejes tus calcetines en el suelo” por “lleva tus calcetines a la ropa sucia”.

↣ Ayudar en lugar de castigar: Las palabras juegan una enorme importancia en esta labor, pues no es lo mismo decir “Si limpias tu cuarto, podemos ir al parque. Así que más vale que lo hagas, o no hay parque” que decir: “Cuando tu cuarto quede limpio, iremos al parque. Tengo muchas ganas de ir. Avísame si necesitas ayuda”. 

↣ Consecuencias lógicas: se trata de buscar qué tipo de consecuencia sería provechosa para motivar a la criatura. Esta consecuencia debe reunir 4 criterios: que esté relacionado con la conducta, que sea respetuosa con la criatura (no le haga sentir mal), racional y explicada con anterioridad. El objetivo es detener una mala conducta, no hacerle sentir mal al niño/a por lo que ha hecho. Por ejemplo, si el /la niño/a ha derramado la leche de manera intencionada, en vez de regañarle, ofrécele un trapo para que lo limpie.

↣ Conectar con la criatura: Muchas veces un simple abrazo es lo que necesita para entender que dicho comportamiento no es el adecuado. “Quiéreme cuando menos lo merezca porque es cuando más lo necesito” (Rosa Jove)

↣ Verbalizar, ayudarles a reconocer y a poner nombre a sus sentimientos; hacer del conflicto una forma de aprendizaje.

↣ Hacerle preguntas en lugar de dar órdenes: “¿te apetece que vayamos a dar una vuelta cuando termines los deberes?”

↣ Pedirle que diga lo que ha entendido de lo que le hemos pedido/explicado (evitamos que se “hagan los locos” o malas interpretaciones).

↣ Darles tiempo (muchas veces, transcurridos unos minutos hacen lo que se les ha solicitado, se tranquilizan…).

Premios

El psiquiatra y educador Rudolph Dreikurs decía que un/a niño/a necesita motivación, pues este es un proceso por el que se transmite el mensaje de que son aceptados tal y como son. A través de la motivación, trasladamos a los/as niños/as que los errores son oportunidades de aprendizaje y crecimiento. Los/as niños/as que se sienten motivados/as tienen buena autoestima y desarrollan un sentimiento de pertenencia. Os proponemos las siguientes alternativas:

↣ En vez de decir 'Estoy orgullosa/o de ti', podemos decir 'Debes sentirte muy orgulloso/a por lo que hiciste', enfatizando su proceso interno, su autoconcepto y sus capacidades; y no centrándonos en el resultado visible.

↣ Los abrazos, las muestras de cariño, pueden ser otro sustituto a los premios, en donde damos más importancia al proceso, al esfuerzo, a la motivación..., que al resultado y además no se esperan nada a cambio. 

↣ Motivar en lugar de premiar: con esta alternativa no solo conseguimos que el/la niño/a haga algo por el placer de hacerlo, de superación, de crecimiento personal, sino que les animamos a continuar haciéndolo. 

↣ Ayudarles a evaluarse a sí mismos/as: por ejemplo, si nuestro/a hijo/a nos enseña un dibujo o una construcción que ha hecho y nos pregunta si nos gusta; en vez de caer en el “muy bonito”, preguntarle si a él/ella le gusta, si ha disfrutado haciéndolo, etc. De esta manera, estaremos enseñándole a evaluarse así mismo/a, en lugar de vivir dependiendo de los elogios, aprobaciones y premios de los demás.

↣ Halagar, no hay mayor premio que un halago. Pero siempre haciendo observaciones concretas, huir del muy bien que, a fin de cuentas, es un mero juicio sin ningún valor para las criaturas. A las criaturas les satisface más que les digamos “Mira qué de colores distintos has utilizado !!. Es hacer un halago descriptivo de lo han hecho.


Piensa solo un segundo: ¿qué te gustaría escuchar cuando te sientes desanimado o decaído? Prueba a emplear estas frases con tu hijo/a, regálale MOTIVACIÓN ahora que le acompañará de por vida.




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