JUEGO Y AUTONOMÍA

  Autora: Silvia Alcalá. EI Alegria de la Huerta

Palabras clave: Juego libre, autonomía, acompañamiento, cambio de mirada, metodología, autorrealización.
 

EL JUEGO AUTÓNOMO LIBRE

En esta etapa hay que destacar la importancia que tiene el juego en el desarrollo de la autonomía para los niños y niñas, estos dos conceptos diríamos que se dan la mano.  Los niños van aumentando su autonomía a través del juego y la experimentación que al mismo tiempo les favorece el desempeño del juego libre. 

Según Vygotsky,  “el juego de roles es fuente de desarrollo del niño, así mismo posibilita la zona de desarrollo próximo” (1984, p. 74)

El juego autónomo libre ayuda a las criaturas en su desarrollo ya que ellas mismas proceden a desencadenar conexiones neurológicas de aprendizaje derivadas de sus propias investigaciones que provienen de sus intereses individuales.  


Las criaturas tienen una necesidad intrínseca de jugar constantemente, sus intereses rodean la observación de su entorno y el placer de coger, tocar o sentir los objetos a su alcance. 

Una criatura emocionalmente estable suele tener una gran variedad de ideas, sin embargo si no lo es, puede tener dificultades, por ello se da gran importancia al acompañamiento de calidad por parte de las personas adultas en todos los momentos de cuidado y observación para el buen desarrollo de cada niño y niña. 

El juego autónomo libre marca una diferencia entre aquellas criaturas que son capaces de jugar de forma independiente, y aquellas que no. Los niños y niñas que se autoregulan durante el juego no necesitan constantemente la aprobación y la interacción con la persona adulta. En cambio, aquellas que están acostumbradas a jugar de una manera dirigida o propuesta y guiada por la persona adulta, necesitan la interacción constante con esta, que a la vez puede encontrarse incomoda al no cubrir todas las expectativas de atención requeridas. 

Por ello tiene gran importancia que la iniciativa de observar y experimentar sea  propia de las criaturas y no de quien las acompaña aunque el papel  la persona adulta sea el de proporcionarles materiales y propuestas idóneas en concordancia con sus necesidades y evolución. 


CAMBIO DE MIRADA EN LA ESCUELA INFANTIL

Gracias a las observaciones en nuestra trayectoria profesional, y a múltiples formaciones y cambios de mirada en relación con la educación, hemos podido ir evolucionando de manera progresiva hacia una mirada más respetuosa con los intereses y el desarrollo individual de las criaturas.,

Antes, desde una mirada tradicional, en el que la mayor parte del tiempo las criaturas pasaban el día dedicados a realizar actividades dirigidas que previamente habían sido preparadas y organizadas por el personal educativo. Estas actividades dirigidas y homogéneas para todo el grupo, estaban enfocadas a realizar propuestas que eran interesantes o adecuadas desde el punto de vista de la persona adulta, proponiendo materiales menos ricos y más enfocados a actividades concretas como por ejemplo:  trabajar la psicomotricidad fina, pintar fichas, pegar gomets, plasmar sus manos con pintura para realizar algún trabajo manual o regalo para la familia, etc.   Se pretendía guiar de manera directa el aprendizaje de las criaturas, pensando en lo que era mejor para ellas, sin darnos cuenta de que quizá no estábamos escuchando del todo sus necesidades individuales, sus ganas de hacer de manera autónoma, y sus capacidades innatas de elección y evolución cognitiva propia

Desde la escuela y con la llegada de una nueva metodología que ha cambiado nuestra mirada hacia el acompañamiento de las criaturas y a través de formaciones, aprendimos a cambiar nuestra manera de trabajar, de estar y de acompañar a los más pequeños y pequeñas. Empezamos por caer en la cuenta de pequeños detalles que antes eran insignificantes, de cosas que desde nuestras creencias dábamos por hecho que tenían que ser así, como se había hecho desde siempre, sin caer en la cuenta de que simplemente si se cambiaba la perspectiva y se partía de la base de tener más empatía con las criaturas podían aparecer notables cambios y una forma de trabajar más viable para todos y todas

Ahora, preparamos el espacio cada día con propuestas de juego que puedan parecerles interesantes a ellos y ellas a través de la observación de sus intereses y del momento evolutivo en el que se encuentran Así pues, proponemos un espacio y un entorno ricos, según las necesidades de las criaturas a las que acompañamos,  y ellas de manera autónoma van creando procesos de juego que les llevan a un aprendizaje constructivista.

También, a parte de preparar los espacios, acompañamos emocionalmente a cada niño y niña durante su estancia en la escuela (consuelo, socialización, satisfacción por sus logros, etc.). Este acompañamiento más activo por parte de la persona adulta, les ayuda a poner palabras y gestionar situaciones difíciles, que servirán para su desarrollo social futuro.

En resumen, el juego autónomo libre permite a las criaturas explorar por si mismas cada rincón del espacio y cada material, convirtiéndoles en personas capaces, autónomas y ayudando a construir una imagen de ellas mismas positiva e independiente. A nosotras y nosotros, como equipo educador, nos ha servido para entender mejor a las criaturas, ponerlas en el centro de los objetivos de la escuela y gestionar y organizar los espacios de manera más tranquila y presente.  

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